Sabía que la conversación con nuestra inspiradora de hoy iba a ser especial, pero no esperaba que fuera tan inolvidable. Nuestra inspiradora, Elvira Lindo, es escritora, no, mejor contadora de historias porque lo ha hecho en radio, literatura infantil, novelas, guiones de series y películas, teatro e incluso como actriz.
Cuando nos habló del amor y de la vida en pareja feliz, recordé la suerte que es encontrarlo y mantenerlo en la vida. Una suerte de la que habla mi admirado Jim Collins.
Para los que no le conocéis Jim no es novelista, ni poeta, ni dramaturgo que hable sobre el amor. Jim es investigador y escritor de libros de negocios en los que se ha especializado en proponer hipótesis y luego contrastarlas con datos e investigaciones hasta comprobar sus teorías. Suyo el famoso libro Good to Great (de Bueno a Grande, Genial) en el que investiga qué hace falta para que una buena empresa se convierta en una gran empresa entendiendo por esto un empresa magnífica. También el libro Build to Last en el que expone sus resultados empíricos de que hace que una empresa dure durante generaciones a través de cambios de liderazgo, de condiciones de mercado y ciclos económicos; y varios más. Pero a mi Jim me inspira además de por sus libros por sus ideas, también para la vida.
Es ejemplo de profesionalidad, creatividad y focus, como dicen en inglés. Por ejemplo, lleva un Excel diario en que por un lado describe muy brevemente el día, una o dos frases. Luego puntúa ese día con un +2 si ha sido muy bueno, 1 si ha estado bien y 0 si ha sido una mierda. Así, con el paso de los días, meses y años puede ir comprobando qué es lo que ha hecho que sus días sean un 2 y poder hacer los ajustes a futuro para intentar que lo sean todos. En el mismo Excel también anota las horas creativas de ese día. Cuando dejó su puesto como profesor en Stanford para enfocarse en la investigación y publicación de sus libros, le preocupaba lo que nos pasa a tantos, que con el paso del tiempo dedicara demasiado tiempo a tareas no creativas o a vivir del éxito de sus primeras publicaciones. Para no caer en eso y estar siempre generando nuevas ideas se propuso hacer al menos 1.000 horas creativas al año. Con eso se aseguraría estar siempre en continuo crecimiento. En el Excel tiene un sumatorio que controla que la suma de las horas creativas de los últimos 365 días siempre esté por encima de 1.000. Genial.
No está mal para implantarlo nosotros. Si quieres realizar un proyecto calcula el número de horas que necesitas para hacerlo bien y contrólalo. Yo por ejemplo me propuso hacer un mínimo de 500 horas de deporte al año y lo controlo así. O dedicarle 40 horas en los últimos 30 días a revisar mis inversiones y también lo uso. Prueba, es un Excel muy simple que tardas en completarlo con el móvil unos 10 segundos al final del día. Jim me fascinó cuando le leí y escuché hablar de la rentabilidad de la suerte. Descubrió de forma empírica que las grandes compañías y personas no habían tenido más o menos suerte que las que no lo habían logrado sino que habían rentabilizado mucho más su buena suerte. El usa numerosos ejemplos y uno de ellos es Bill Gates. ¿Era Gates el único que vivía en la zona de Silicon Valley en la época? No ¿Era el único que el instituto que empezó a programar? No ¿Microsoft era la única empresa que IBM buscó para su sistema operativo? No, se sentó también por ejemplo con otra desconocida empresa ahora, no en su época Digital Research. Pero él supo aprovechar el golpe de suerte de sentarse con IBM y que por razones aún hoy desconocidas eligieran Microsoft. El viejo dicho de aprovecha tus oportunidades.
“Uno de los tipos de suerte más importante que puedes tener, resulta que no es el qué, no es por ejemplo que IBM se tiene contigo para valorar tu sistema operativo, no. No es el tipo de suerte de qué, podemos tener buena y mala suerte con el qué pero el más importante es el tipo de suerte de quién, con quién. La suerte de un gran mentor, de un gran socio, de encontrar… la persona de la que te enamoras y construyes una gran vida. La suerte de quién, con una maravillosa, maravillosa persona que se cruza en tu vida y cambia tu vida para siempre, es probablemente la mejor suerte que puedas tener.”
Nuestra inspiradora de hoy, Elvira Lindo, la tuvo. Ha sido una conversación inolvidable porque además de amor, nos habla de música, la música de los libros.
Entre música y amor, he entrado de lleno en modo sentimental, asqueroso sí.
Y claro, me he puesto a pensar cuál es la canción más romántica que recuerdo. Os recomiendo que hagáis el ejercicio vosotros mismos, qué penséis qué canción os parece más romántica. Al hacerlo acabé con una lista larguísima y eso que seguro se me escapaban muchísimas de la memoria. “With or without you” de U2; “I’ll be your man” de Leonard Cohen, “Crazy in Love” de Anthony and the Johnsons, “White Flag” de Dido. Es un ejercicio muy difícil, y se me ocurre que un día deberíamos hablar sobre todas estas canciones. Lo haré.
Pero hay una entre todas ellas que acabaría eligiendo. Sencilla y brillante. Grabada en mi memoria por quizás la película más romántica que jamás haya visto, About Time, “Cuestión de tiempo” en español. Dirigida por Richard Curtis y protagonizada por la guapísima Rachel Adams, que tiene una de las sonrisas más fascinantes del cine pero qué moños nos estamos poniendo y no me importa; el pelirrojo Domhnall Gleeson, el actorazo Bill NIghty en el papel de padre y por si fuera poco además la espectacular Margot Robbie en un papel secundario. No sé si recordáis la película. Un chico descubre que puede viajar en el tiempo al meterse en un armario y así cambiar a su antojo, con ciertas reglas, el pasado. La película es una lección de amor en la pareja, en la familia a su hermana, madre y padre. Ésta relación con el padre es una de las muestras más bellas de relación entre un padre y un hijo que he visto en el cine. Amor a la amistad. Una película que no te cansas de ver.
Con una de las bandas sonoras más románticas que puedes encontrar. Con temas inolvidables como “The Lukiest” de Ben Folds, “Friday I’m in love” de The Cure, “How long will I love you” de Ellie Goulding, “Back to black” de Amy Winehouse, muchas. Una destaca entre todas. “Into my arms” de Nick Cave. Con su voz majestuosa, áspera, directa. Piano y bajo suficientes para completar esta joya.
He leído la crítica que hacen de ella en el blog ourBside:
“Si fuera músico odiaría Into My Arms, y la razón es porque tengo que reconocer que me frustro con facilidad y me imagino intentando componer una canción, una buena canción, poniendo lo mejor de mí en la letra, buscando preciosas metáforas y significados profundos, componiendo una melodía que intente transportar al que la escuche… pues si estuviera en esta situación y al mismo tiempo se me ocurriera escuchar Into My Arms, lo primero que me vendría a la mente sería: “A tomar por culo, no lo puedo hacer tan bien ni de lejos.
Y es que esta canción compuesta por Nick Cave pertenece a un selecto grupo de obras maestras que llegan a serlo por su sencillez. Que te dejan pensando “para qué más, es perfecta” y cualquiera que se dedique al arte en cualquiera de sus facetas, sabe que no hay nada más difícil que hacer algo sencillo.”
Sí, Nick escribe una sencilla letra, pero de una belleza exquisita. Dice por ejemplo:
“No creo en un Dios intervencionista, pero sé, querida, que tú sí. Pero sí lo hiciera, me arrodillaría y le pediría que no interviniese cuando se trate de ti, que no te toque ni un pelo de la cabeza, que te deje tal y como eres, y si Él sintiera que tiene que dirigirte, entonces, que te dirija a mis brazo».
Tuve mi primer contacto con Elvira Lindo de joven, casi niño, cuando creó su Manolito Gafotas. Un personaje que se hizo popular en su etapa de la radio desde mediados de los años 80, un niño de un barrio obrero de Madrid, que aparecía a diario con guiones y voz de Elvira. Más tarde a principios de los 90, Elvira se enfocó en escribir y publicó el primer libro de Manolito Gafotas que le seguirían 6 más de la serie.
Elvira es de esos/esas escritores que nos acompañan toda una vida. Como cuando hablamos con Ricardo Martínez, que nos acompaña desde su etapa de Goomer hasta ahora a diario en El Mundo. Aprovecho para recordar a Nacho, su guionista, fallecido recientemente, y para enviar un abrazo a su familia y a Ricardo.
Desde cuando éramos niños con Manolito Gafotas hasta su más reciente novela, para adultos por llamar así, Elvira ha estado con nosotros toda la vida. Elvira estudió periodismo y muy joven empezó a trabajar en RNE. En la radio, realizará todo tipo de trabajos, en un principio de reporterismo en los barrios de Madrid, más tarde, y progresivamente, se irá dedicando a presentar programas culturales en los que ejercerá también como guionista, a veces para presentar ella misma y otras como guionista de otros locutores.
Elvira es una contadora de historias apasionante. Como hemos oído, cubrió radio durante años, escrito las series de libros de literatura infantil Manolito Gafotas y Olivia, cuentos, seis novelas de narrativa adulta, las obras de teatro “La Ley de la Selva”, “La sorpresa del roscón” y “El niño y la Bestia”. Pero esto sigue. Los guiones de películas como “Manolito Gafotas”, “Plenilunio”, “Una palabra tuya” o “La vida inesperada”. Ha sido actriz en varias películas. Y desde hace años columnista semanal de El Pais. ¿Cómo? Hablamos sobre su disposición a decir sí cuando le plantean nuevos retos.
El año pasado publicó su última novela “A corazón abierto”. Una novela sobre la historia de amor de su padre y su madre, según dice la contraportada: la apasionada y tormentosa relación de sus padres, y cómo la personalidad desmedida de él y el corazón débil de ella marcaron el pulso de la vida de toda la familia. De alguna forma biográfica recorriendo momentos de la vida de Elvira que narra con crudeza, y al mismo tiempo cercanía, respeto, humor y cariño.
Elvira Lindo, contadora de historias.
Temas
- Sus lectores intergeneracionales
- Sus inicios en la radio
- Decir que sí a cualquier forma de contar historias
- Su última novela “A corazón abierto”
- – Lo exigente de abrirse a la intimidad en la escritura
- – Amor
- – La exposición pública del columnista
- – La pérdida del respeto a las opiniones en España
- – Colegio Infantil y Primaria Elvira Lindo de Arroyo de la Encomienda en Valladolid.
- – La inspiración como necesidad de contar una idea.
Libros
- “Manolito Gafotas” (Serie) de Elvira Lindo
- “Paracuellos” de Carlos Giménez en Ediciones Glenat
- “A corazón abierto” de Elvira Lindo en Planeta
- “Sempé en Nueva York” de Jean-Jacques Sempé en Norma Editorial